por Christian Jiménez Kanahuaty I ENSAYO I BOLIVIA
Javier Marías, considerado uno de los más importantes escritores españoles contemporáneos, falleció con 70 años. El autor analiza el legado que deja este escritor para las letras hispanas y sus lectores.
Desde hace al menos una década estuvo entre la lista corta para recibir el premio Nobel. Sin embargo, el premio no llegó. Y no llegó porque el Nobel casi nunca llega a quienes lo merecen. Y lo que resta en el tiempo es la obra. Una obra construida desde los 17 años y que se constituye, en la actualidad, en un modo radical de enfrentar la prosa y de hacer del ejercicio de la imaginación una cuestión de estilo.
Quizá Marías se haya ganado la reputación de escritor denso, oscuro, difícil. Y es verdad. Sus libros no se escriben al modo en que hoy en día impera la narrativa de ficción al momento de construir una historia. En el trabajo de Marías existía el peso de la tradición anglosajona de la novela, pero unida a la tradición que marcó en distintas latitudes Don Quijote. Hablar de la novela desde el momento de su creación para ver e indagar sus condiciones y dimensiones sociales y políticas, sí, pero sin el ánimo de escribir una novela política o social. Más bien, conociendo que la literatura se aborda desde los bordes, desde la indirecta y desde el silencio que dilata lo que de verdad se desea decir.
La obra de Javier Marías apostó por un modelo de novela que indicaba la tradición y el juego con el lenguaje como herramientas de construcción de un estilo preñado de imaginación literaria. Esto no es otra cosa que jugar alrededor de tres factores temáticos. El amor, el poder y el deseo que no siempre es sexual, sino simple deseo que se puede traducir en la búsqueda de una identidad o hacia la revelación de un secreto latente -o casi siempre latente- porque también interroga sobre el significado de las palabras con las cuales nuestras emociones se dan vuelta dentro de nuestro interior para hablar y referir el mundo que nos rodea. Así, novelas como Los enamoramientos, Berta Isla, Mañana en la batalla piensa en mí, Un hombre sentimental, Los dominios del lobo, Todas las almas y la trilogía Tu rostro mañana demuestran la especulación de la prosa cuando entiende que la ficción no es una simple representación de la realidad, sino la construcción de otra realidad, que, en cierto sentido, intenta suplantar la vida cotidiana para imponer unas nuevas reglas de relacionamiento.
En Marías se dice mucho que uno como lector encuentra frases subordinadas y largas y que no siempre logran encontrar un final. Se dice también que sus escenas sexuales gozan de una distancia plástica que, en lugar de sentir, nos hace ver. También se suele decir que es un escritor para escritores y que, sobre todo, sus novelas siempre parecen no terminar. O que sus finales no son realmente finales sino suspensiones de la narración. Todo aquello puede ser cierto. Pero es que hay que medirlo en las condiciones que la ficción del mismo Marías propone. Tal vez se deba a su labor como ensayista y traductor que el novelista, que también convive en Marías, haya entendido que la realidad no se agota y que por ello las reflexiones de la novela tampoco tiene por qué hacerlo.
El sentido es único. Lo que diferencia a la novela de la realidad no tiene solamente que ver con el ansia fabulatoria, tiene que ver con la creación de un tiempo narrativo. Es cuestión de personajes y caracteres pensar que la novela se sostiene sólo sobre esos andamiajes, es pensar en el tema saber que una novela agota todos los problemas posibles y la relación que pueda darse entre ellos, pero el tema del tiempo es una cuestión que es nuclear y fundacional. No existe novela en la que el tratamiento del tiempo no sea también el tema de la novela. En Marías esto se logra con la suspensión del mismo y con el fraseo y la organización de la información. Marías avanza un paso para retroceder dos. Son pasos circulares y envolventes. Se diría que proponen una espiral de narración. Algo que solo crece y que envuelve todo lo que nombra, pero sin tragarlo ni explicarlo.
Quizá por ello Marías sea una experiencia más que un novelista. Y, en ese sentido, es una literatura más allá de que crea un mundo propio; es literatura porque establece reglas y parámetros sobre lo que significa e importa al contar una historia, desmontando de esa manera el sentido común que dicta que las novelas deben avanzar y tener giros y resoluciones. En Marías el lector no encontrará esa forma, pero sí enriquecerá su visión sobre los matices, las dudas, las ambigüedades y los deseos que habitan a las personas y les hacen cometer acciones una detrás de otra que en apariencia no guardan relación. Y, sin embargo, de esas zonas claras y oscuras estamos hechos. Marías lo sabía y no hizo otra cosa que lanzar sondas morales al interior de la novela, para luego informarnos sobre el material que iba encontrando en sus pesquisas.
SOBRE EL AUTOR
Christian Jiménez Kanahuaty (Bolivia) ha publicado dos novelas, "Invierno" (2010) y "Te odio" (2011), con la Editorial Correveidile. La novela "Familiar" (2019) fue publicada por Editorial 3600. Su más reciente obra se titula "Paisajes" (Ediciones E1, 2020). Ha contribuido con su poesía a varias antologías como "Cambio Climático, panorama de la joven poesía boliviana" (Fundación Patiño-Bolivia); Tea Party I (Cinosargo editores-Chile), Traductores del silencio (Sanatorio editores-Perú) y Sucia Resistencia (Ed. Groenlandia, España).
Cuentos suyos aparecieron en antologías como "La nueva generación" (Ed. Correveidile-Bolivia, 2012) y "de Imposibilidades posibles" (Editorial Kipus-Bolivia, 2013). "Nuevos Gritos Demenciales, antología del cuento de terror" (Editorial 3600, La Paz, 2011), "Una espuma de música que flota. Antología de cuento Bolivia-Ecuador" (Editorial Jaguar, 2015) y en la revista Intravenosa de Argentina.
Dentro de su obra de no ficción destacan el libro "Ensayos de memoria" (Autodeterminación, 2014), "Bolivia. El campo académico, cultural y artístico 2003-2016" (Autodeterminación, 2017), "Movilización indígena por el poder" (Autodeterminación, 2012), La maquinaria andante (Abya-Yala, 2015) y Distorsiones del colonialismo (Autodeterminación, 2018). Sus últimos trabajos publicados son el ensayo titulado "Roberto Bolaño, una apropiación" (2020).
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