Eccio Casasanta UrrutiaI POESÍA I VENEZUELA
El autor ítalo-venezolano comparte su producción poética. Los poemas aquí incluídos forman un conjunto de exploraciones poéticas que tocan aspectos fundamentales de la condición humana, desde las alegrías hasta las tristezas, los desafíos y las conexiones profundas.
SERPIENTES, PROMESAS y ENGAÑOS
Temblando comienza el vals por la urbana vía láctea,
fluyendo ciego por la orilla de mis huesos,
siempre al límite incrustado en la fe gris
que agita los tambores efímeros hacia el bienestar,
que promete un horóscopo con monedas de un tablero
de ceros que habitan en mis bolsillos.
Benévolo eclipse que ofrece el molde de sus dedos,
arpa que retumba en los crepúsculos
oferta su bouquet flotando en las nebulosas
con la armonía del silencio,
serenata que se compromete a regar
de dulzura semblantes exhaustos
y mordidos por la pesadez de un silbido.
El escozor se siente en el latido de las ideas
como remolino torrencial que vislumbra
el engaño sellado con el barniz de la mentira.
En el remoto limbo de mis nervios se tensa
la intromisión forastera como espanto vespertino
que abriga la savia de los puños,
el dolor de la moral.
El engaño se percibe con la maldad
empírica que orienta a los inmigrantes a marchar
con el veneno del rechazo.
Fatiga que articula la calma,
antídoto del respeto, hace ruido
entre la multitud , se prepara el banquete
que convoca a los bárbaros.
Horno del placer que congelara los escalofríos del miedo.
En el ombligo hermético de mi almohada,
se entierra el egoísmo calvo
que se bambolea audaz por los corredores de la duda.
No más libélulas de mentiras,
en la esfera de mármol se gesta
el pensamiento, se vence el infértil regazo que
poliniza el vértigo de la rabia.
Rumores que se deslizan en una siesta,
víbora que duerme en la profunda espuela
que muerde al verdugo en su
fachada subterránea y resbala
con sus dientes por el esquivo remordimiento
de unas mejillas raptadas por el diluvio de lágrimas.
Góndola que pone freno al manjar de traición.
BAILAN PERPETUOS
Enamorados,
arrebatan el instante, apresuran su destino,
indelebles cantan consumiendo besos,
ilusiones, esperanzas.
Son saludos eternos caídos en el alma contenta,
vientres que resplandecen sin dolor
buscando con afán riberas que arden,
cenizas sin decadencia, leyendas precisas.
Sublimes, conservan el tiempo
encontrado en la cima de los deseos, espirales vivos,
armas que no desenfundan, fosas sin miedo,
espaldas naufragas, equilibrio, balanza de deseos sobre
pedazos de amor, precipicio, vicio de tenerte.
Son islas escurridizas, sonrientes, sin reproches,
viento del rosal cargando el espacio entre nubes,
giran con fuerza, caminan en lo profundo,
florecen con el calor de un invierno sin bocas,
hambrientos de silencios, transparentes corazones
con pestañas de diamantes, sábanas blancas con manchas de sed.
Venciendo las sombras, noches sin desierto, hechizos,
absurdos que causan risas, mieles bailando entre piernas y deseos.
Bravura, momentos que silban,
ojos devorando locuras, luz, existencia breve,
sentados sin descanso, cerrojos sin llaves,
candados, puertas que empujan besos…
Se flagelan, bailan, ofrecen con exceso,
viven en rutinas que no duermen.
Son almohadas sin cabezas , somos artistas enamorados de todo.
JUNTOS EN LAS DIFICULTADES
Contra las escrupulosas circunstancias,
tumbados por el destino temporal,
nerviosos, abatidos, respiramos.
Se reflejan ilimitadas miradas,
decisiones inconscientes,
fuertes rostros sin formas,
metas que persiguen la cordura.
¡¡¡Saltando ecos de cerrojos sin memoria, remordimientos, lágrimas
robadas, ajusticiada conciencia de una sociedad torpe, esencia de la fatiga
cabalgando ausencias sigilosas!!!
Incontables carcajadas arremeten contra la tristeza,
deslastrando el esencial polvo de la memoria.
Añoro la danza ondulada de cabelleras en el desierto.
Frágil, en el opaco rubí de las miradas
se escucha el rígido fantasma, perpetuo doblega
la horrenda enfermedad de la soledad.
Se esconde entre el silencio y las sábanas sin perfume.
Regresar para nacer desnudos
ejercicios incalculables, detrás de espejos sin rastro,
las sombras del dolor,
tormentas que se alejan entre risas
por laberintos sin tiempo.
Persisten las jaulas de otoño, cuerdas ásperas que aumentan las ojeras
marchitas por los besos que no están,
bajaremos entre andamios sin tierra, legiones sin mañana
Nubes, desobedientes, descifrando arenas y mariposas
observó el tren de copas que me invita a reír,
mientras reposa la fuerza
del viejo inquisidor, lloviendo hachas, lloviendo hogares incrustados
en paradojas de tempestad,
rumiante va liberando gargantas en el poniente sin distancia.
¡¡¡Vuelan recuerdos tristes,
limpiando rostros, aumenta la cercanía ciega de lo invisible,
tendido sobre manos simétricas
sutil duerme la esperanza en el incansable lecho,
sin mundo, patios abstractos, futuro místico!!!
ARROPADOS
Ella y yo nos entendemos
como dos cisnes de agua
a veces nos hacemos brisa
se mueve conmigo a todos lados
sube a mis ojos y me los alumbra, los hace cerrar tibiamente.
Cuando estamos abrazados
me susurra bésame.
Acostada en mi alma
como cautiva de mis pensamientos
con condenas del tiempo, jamás permanece inmóvil
siempre anda amándome
alumbrando la duda de mis dedos
soñando cupidos, sombras que no veo.
Quisiera saber que late en tus silencios.
Algunas veces temerosa,
tantas veces pálida,
parece la luna cuando las estaciones se van.
A pesar de todo tu vida me espera,
me escucha en cada imagen de tu espejo
nos condena al abrazo de mis sábanas
nos sentamos solos.
¡En la penumbra de la espera
se escucha el gemir perpetuo de los brazos olvidados
párpados silenciosos, anhelado encuentro!
Divino origen…
PALPITAN LAS MANOS
¡Del crepuscular regocijo de las nubes
incandescencia retomas que el lucero abandona,
el brillo sonoro evoca centellas, ocasos luminosos
entre noches y piedras calientes!
La brisa ingiere brisa en su confusión
desplaza pétalos, lloviznas rosadas humedecen tu cuello,
besan tu espalda, te abrazan e incendian…
¡Brazos extendidos, tus ojos torrentes de pasión,
rosa de mármol, un jardín en tu vientre,
es primavera en tus labios
tu cuerpo escuchando el juego de mis dedos
ritmo de agua mansa.,
océano irrompible ahogado en secretos!
SOBRE EL AUTOR
Eccio Casasanta Urrutia (Venezuela, 1968) es un poeta italovenezolano, haikista, profesor, fotógrafo, escritor de relatos y novelas e ingeniero agrónomo. Recientemente finalista para formar parte de tres antologías en las que se incluyen haikus, poemas y microrrelatos en España y Colombia. Una antología de relatos y poemas en la revista Autores de España. Dos antologías de poemas en Milán (Italia) con la casa editorial Aletti Editore. Ha publicado dos libros: Almas Inmigrantes y Las Orillas de las edades ( este último escrito en inglés y español en el mismo libro), ambos a la venta en Amazon. Con diversas publicaciones en prestigiosas revistas digitales de Latinoamérica. Se le considera un poeta romántico que expresa en su poesía un lenguaje simbólico también ligado al modernismo y vanguardismo, con moderados tonos populares.
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